jueves, 14 de julio de 2011

Aguantaría la respiración hasta que me explotaran los ojos con tal de no respirar tu aliento


Y de las trincheras pasamos a las grandes alamedas. Santiago se vuelve cyber-Punk cuando las calles las dominan los que pululan por las aulas, los adictos al nuevo crack social del hastío, de la rabia, de Le Haine. Las calles son un cementerio de vidrios quebrados, de piedras voladoras y de gas picante. Una bahía de sin sabores asquerosos y nauseabundos que solamente provocan más odio y más ganas de combatir. Apagar fuego con fuego es la nueva moda de detener las pataletas sociales.

La violencia y la resistencia; las formas más honestas, torcidas y sexuales de hacer sonreír el alma.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario