domingo, 3 de julio de 2011

Cada vez nos fuimos más lejos.-



Las banderas patriotas se alzan sobre la multitud, el fervor y la histeria colectiva dominan y bañan el aire que mantiene vivos a todos los presentes. Todos gritan, todos sonríen, todos cantan y vitorean, todos alienados en pos de un puñado de figuras, caudillos contemporáneos que corren con los sueños de la gente. Los procesos sociales se estancarán, ya pasó antes y volverá a pasar un montón de veces más.

Se abrieron las grandes alamedas de nuevo, se llenaron de colores y figuras, se llenaron de gente libre disfrutando de la represión gratuita. Se abrieron y se volverán a abrir, ahora para recibir multitudes de gente vestidas de rojo-azul, de pantallas gigantes frente al palacio de gobierno. Volverán las familias a saltar frente a una pantalla en altura en un paseo peatonal y, con ellos, volverán los asaltantes de poca monta que te tratan de robar el celular cuando la alegría baña al público.

Estamos cerca desde la lejanía, estamos a tres décadas plutonianas del '68. Pero no importa, puede que esta vez sea distinto, puede que si. Puede que "lo popular" y "lo nuestro" esta vez no acallen las voces de quienes intentan hablar sin color, sin zurda ni diestra. Puede que ahora, por una vez, la rabia, el odio y el hastío sean algo más que un grito pandillero de barra de poca monta.-

1 comentario:

  1. Estás comentando la celebración de un título del Barça en Barcelona.

    Y no lo digo en plan coña. ¿Acaso hay otra cosa que mueva más a la juventud que el fútbol?

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