martes, 22 de octubre de 2013

Stumbleine

Y tu rostro palidece, no sé por qué,
Se le va la vida, o se llena de ella
No lo sé
Tu sonrisa afilada se clava en otro lado,
en otro rostro, en otra quijada curvada.
Escualo errante en mares de sangre
navego, perdido, en un mar de diamantes.

Podría haberte ofrecido el mundo
pero en mis bolsillos solo tengo chauchas.
Con peso muerto caes cual avalancha
y arrasas mis bosques,
mis paraísos,
mis defensas,
mis galaxias sabiamente resguardadas,
de ti,
de todos.

Nada te hes imputado
puesto que tu invasión es completamente mi responsabilidad.
Nada te hes imputado
y con ello, llevo mi cuello a la horca
y mis bosques,
y mis paraísos y mis defensas.
y todo lo que queda después de la masacre.

El mundo era nuestro
pero te lo has reservado para ti.
Amargo, sacudo una sonrisa,
esperando que el reloj se lleve las nubes,
tus nubes,
tus paraísos,
tus galaxias.

Cuelgo desde el cielo,
endeudado de emociones.
Embargué mi cordura
para hipotecar mis sentimientos.
Empeñé mis brújulas para comprarte un diamante
y tu me apuñalaste con él.-





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