jueves, 2 de septiembre de 2010

Akira Yamaoka - Silent Hill 3 OST




Hoy tuve una epifanía relacionada con el Holly Gift que Tool nos regaló por ahí por el 2000 algo. Hoy las calles dejaron de avanzar en barrido y las personas dejaron de escucharse atravez de audífonos, hoy el sol está gris y la lluvía está dorada, el viento no tiene velocidad y la calma es acelerada.

Silent Hill 3 es - más que un videojuego perfecto - una obra que nos habla de la desolación, el desamparo, la soledad, la esperanza, la venganza y, por sobre todo, del Deux ex Machina - Cuando era más chico que ahora (Es posible) siempre intenté lograr un Deux ex Machina, pero parece que la máquina de Dios de la que los Pumpkins hablaban dejó de funcionar hace años - un recurso de guión utilizado desde la antigua grecia para explicar los finales que no tenían sentido, los cambios climáticos, las muertes inesperadas y las aberraciones humanas.

Culpar a los Dioses siempre es más fácil.

Heather Mason es una adolescente normal. Rubiecita, buen poto y con cara de que le encanta escuchar Shoegazing y tripiarse. Ojos ojerosos - pero de color - Pelo a mal traer y ropa para nada insinuosa. Una chica común de esas que tienen problemas psicológicos, que no están ni ahí con ponerse un pircing en el ombligo y que lo único que quieren es tener un espacio propio, confortable, único y seguro. Al alelo de su padre, Harry Mason, un tipo normal que no se cambia la ropa hace 17 años y que venció al demonio mismo en un pueblo perdido de Estados Unidos.

Heather Mason es una adolescente normal, una adolescente tan normal que lleva al mismo diablo en su interior.

La Generación química se basó en dos principios: Las drogas y el postmodernismo. Los '90s significaron no solo el final de una década/siglo/milenio - Suena aterrador cuando uno lo lee así - si no que tambi´n significó el quiebre del pensamiento modernista juvenil de "PODEMOS CAMBIAR EL MUNDO, HELL YEAH!". Los jóvenes ya no podemos cambiar el mundo, los jóvenes ya no podemos cambiar la política, los jóvenes ya no podemos ser el Che Guevara. Aunque asesináramos a Piñera, aunque Frei, Arrate, Marco Enriquez, huantiman quintila o don Pepe hubiera sido electo, todo seguiría el mismo curso que sigue ahora. Todos, finalmente, están cortados con la misma tijera.

Entonces que hacemos nosotros? Estudias, tienes tus amigos, anhelas irte del país, conocer otros lados, los fines de semana sales y quedas hasta el tope de la inconsciencia, bailas música ultraviolenta, música de nintendo, música rave, música que tus padres no bailarían y que en Volver al Futuro no nos advirtieron que escucharíamos. Llenas tu cerebro de humo como si fuera una olla a presión, castigas tu sangre, castigas tus ojos, castigas tus oídos, castigas tu cuerpo, castigas tu bolsillo, castigas tu intelecto ¿Para qué? Simplemente para no estar en este mundo que no es agradable, en este mundo que, nosotros, ya no podemos cambiar.

Heather Mason es una Adolescente común y corriente que, en el 2003, ya no puede cambiar el mundo y más encima - Tanto como tu, yo y todos los pupulantes seres que fluctuamos por estas abiertas alamedas - tiene un demonio en su interior. Se le ha denominado irónicamente "La Madre" siendo que es lo único que no tiene y que su único nexo familiar fallece al principio del juego, dejándola a la deriva de su destino igual que todos los condenados a ser parte de la generación química.

Todos buscamos poder vomitar el demonio que tenemos adentro y que el fatídico destino nos ha ingertado - Así como es el destino quien condena a Heather al final de Silent Hill 1 - todos lo hacemos a nuestra manera, todas ellas respetables ¿Pero se podrá realmente?¿No sería más fácil poder conllevarlo en vez de tratar de despojarnos de él? Antes solía quemar las cosas que me molestaban y me traían malos recuerdos, las tiraba en el patio y les prendía fuego. Ahora las guardo, las almaceno en distintos lugares donde sé que no las encontraré de manera random. Ninguna de las dos maneras me ha ayudado a olvidar ni a vomitar nada y espero que siga siendo así. Espero que ni el fuego ni el olvido me impidan recordar, despojar ni purificar nada, porque si somos lo que somos, es toda culpa de los putos dioses.


Antes de cerrar, un dato inutil sobre la versión acá subida:

La versión americana de esta OST tenía solo 25 canciones, la Japonesa incluía una más y después salió una versión limitada de 1000 copias que incluía dos canciones más. Acá están todas.

A Serena los pasajes. En el tímpano esta gran Banda Sonora de una de las obras de arte más grandes de nuestros tiempos.

TRACKLIST

1- Last Carol
2- You're Not Here
3- Float Up From Dream
4- End of Small Sanctuary
5- Breeze - In Monochrome Night
6- Sickness Unto Foolish Death
7- Clockwork Little Happiness
8- Please Love Me... Once More
9- A Stray Child
10- Innocent Moon
11- Maternal Heart
12- Letter - From The Last Days
13- Once With Night Wind
14- Never Forgive Me, Never Forget Me
15- Prayer
16- Walk On Vanity Ruins
17- I Want Love
18- Heads No. 2
19- Memory of The Waters
20- Rain of Brass Petals
21- Flower Crown of Poppy
22- Sun
23- Uneternal Sleep
24- Hometown

Bonus Track:
25- I Want Love (Studio Mix)
26- Rain of brass Petals (Three Voices Edit)

Agregado cultural:
27- Heads on N.1 (Unrealised)
28- Life (Unrealised)


For the record:

Joe Ramorsa es el hombre que canta en Hometown y que luego repetirá papel en la OST del Silent Hill 4

La maestra Mary Elizabeth Mcglynn no sale acreditada como ella en el disco, si no con un seudónimo. Los demás artistas que participaron en esta OST aparecen acreditados como Mary Elizabeth McGlynn. Lolazo de Akira, pero que le vamos a hacer

DESCARGA

Akira Yamaoka - Silent Hill 3 OST [2003]

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